jueves, 9 de abril de 2009

Un grupo con suerte


Un grupo, una idea, y mucha fuerza. Así es como se puede definir el siguiente paso. Nada puede con jóvenes de 20 años que anteponen un ideal a una realidad. 

El primer problema al que todo grupo principiante se enfrente es la necesidad de instrumentos musicales, un lujo que no se puede permitir la mayoría de los seres humanos pertenecientes a la clase media baja. Pero como las soluciones aparecen incluso antes que los problemas, llega como caído del cielo un bajo eléctrico por 100 euritos. No os podéis imaginar lo que supone una cosa de estas en una persona que no tiene ni idea de música pero que disfruta con solo mirar un mástil con su correspondiente cuerpo perfectamente modelado de color negro brillante.

De acuerdo, si la situación era favorable por una vez, esto no se podía repetir con mucha frecuencia, ¿verdad?, pues no, todo el que crea que no es posible ganar dos veces se equivoca. Ahora le toca el turno a la batería. Este instrumento sí que es caro de verdad, ya que en este caso el instrumento más humilde oscila entre los 300 o 400 euros. En nuestro caso, un amigo de la familia había tocado la batería, y cansado del hobbie se decidió deshacer del trasto por otros 100 euritos. Tampoco os olvidéis que por esas fechas no teníamos carné de conducir ninguno de los cuatro y transportar un aparato de tales dimensiones suponía un problema. La única solución, a pie, uno llevaba el bombo, el otro la silla y los platos, el otro la caja y el goliat y el último lo que quedaba, que no era poco.

Ya sólo quedaba una guitarra, que utilizaríamos un modelo ya bastante antiguo, o semi-destrozado diría yo, de un amigo nuestro (componente de otro grupo del pueblo). Este préstamo duraría casi un año, momento en que Sandra logra ahorrar 300 euros para una guitarra de verdad, una BCRich modelo Warlock. Ahora si, todos equipados con sus respectivos amplificadores nos percatamos de que no hay sitio donde ensayar, la tragedia de todo grupo de Jaén.

En este momento aparece el tercer y último golpe de suerte, Cristina tenía una tía, muy maja ella, que se presta a que ensayemos sin ningún problema en un cocherón que tenía hace tiempo. Sin embargo, ella no avisó que sería algo temporal ya que tenía planes en este terreno. Sin más preámbulos nos colocamos y nos acoplamos, de tal manera que los sofás, la cocinita y el frigorífico fueron nuestra perdición. Y es que cuando se tienen 20 recién cumplidos no valoras realmente lo que tienes. Así que os podéis imaginar, cervecitas, chuletitas, paellitas, vinito, tabaco, y no quiero nombrar más cosas porque no son políticamente correctas, pero ya sabemos los que faltan en la lista.

Pues sí, comíamos y nos emborrachábamos más que tocábamos, hasta que llegó el día. Mi tía me llama y me dice: "Cristina, hija, tenéis que sacar las cosas de allí que vamos a pintar y ha hacer obras y vuestros "chismes", se pueden estropear". La verdad es que yo quería mucho a mi tía, pero en ese momento... Teníamos fritos al vecindario y la gente no se chupa el dedo, así que salimos de nuestra querida "casa de la pradera"(ese era el nombre que le pusimos debido a los cuadros de vírgenes y ambientes campestres, algo siniestro y a la vez tierno, así como la casa de la pradera).

Hasta aquí la siguiente parte de la historia. Lo restante irá cambiando hasta cobrar forma verdaderamente. Pero para mí y el resto esta etapa fue una de las mejores.

4 comentarios:

  1. Jajaja, me encanta, escribes muy bien y conviertes en interesante todo lo que cuentas. Una cosa, eso de las "cosas que no quiero nombrar porque son politicamente incorrectas" no me lo esperaba de ti...sorpresas te da la vida.

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  2. Como que no te lo esperabas de mí. Parece mentira que no me conozcas. Pues si, hay cosas que no son "políticamente correctas" en nuestra historia, así que mejor no decirlas explícitamente.
    Me alegra que te guste, porque todo lo que cuento ha pasado de verdad, y es gracioso recordarlo.
    Luego me paso por tu blog, que veo que va de Semana Santa.

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  3. gracias por pasarte por mi blog pequeño, hacia mucha falta ver que alguien se detenia en el. un abrazote y gracias de nuevo.

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  4. No,no, cuando nos conocimos me dijiste que a ti esas cositas no te iban :)...en fin, tienes un premio en mi blog, para que veas que me acuerdo de ti (los ultimos seran los primeros :))

    Un beso.

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