domingo, 30 de agosto de 2009

UN DISCO Y MUCHOS SUDORES


Esta entrada se podría decir que es lo más reciente a la actualidad, porque las cosas que voy a contar pasaron el verano pasado y continúan hasta ahora, vamos, hasta esta semana.

La decisión de grabar un disco, no una maqueta, es a causa de dos razones de peso. La primera, que gracias a un concierto en nuestro pueblo, conseguimos unos 1000 eurillos para ir tirando con los gastos. La segunda se le puede llamar una obligación moral e incluso necesidad para buscarse el pan. Lo que pasa es que en el mundo de la música no eres nadie sino tienes algo grabado en condiciones que presentar a los que te contratan. De esto nos dimos cuenta cuando un chaval nos llamó para tocar en un festival y le mandamos una grabación hecha en el local a lo bestia. Nos imaginamos la impresión que le causaría al buen hombre cuando escuchara lo que le mandamos, porque no supimos más de el.

Fue una decisión unánime lo de la grabación, incluso por mi parte, que tenía planeado irme por esas fechas a Irlanda, pero todo sea por el Rock & Roll. Pues a finales de junio nos vamos al estudio de unos amigos de Jaén, Harleywood Records, y nos ponemos manos a la obra. Ya nos dijeron que las canciones hay que llevarlas muy bien para grabarlas, ¡HAY QUE SABÉRSELAS DE MEMORIA! Y tanto, menos mal que allí estaba Sandra con su super libreta en la que estaba apuntado hasta las veces que nos limpiamos el sudor.

Poco a poco los instrumentos iban apareciendo en una grabación que no la acabábamos de visualizar. Alberto empezó con la batería, luego Sandra, a pesar de no ser su turno grabó la guitarra en plan “guarreras” para que los demás nos guiáramos, y llegó mi turno. Todo músico sabe que hay que ensayar con metrónomo, pero del dicho al hecho hay un trecho. Pues el resultado fue que tanto pi, pi, pi, piii, en el estudio nos amargó la existencia por momentos.

A pesar de todo, los instrumentos iban sonando de escándalo, ya batería y bajo iba dando cuerpo, y no digamos cuando entraron las guitarras. Esto no tenía mala pinta, así que yo me fui a mi viajecito tranquila y con buenas expectativas. Fue una pena no vivir la grabación entera en primera persona, pero allí estaba Francis para informarme día si y día también de los quebraderos de cabeza del disco. En realidad uno hubo mucho problema con Sandra y Pablo, algunos cambios y listo, pero lo bueno llegó con Francis. Según me contaron, nuestro productor nos cambió la melodía de las letras un poquito, y esto nos retrasó algo más. Las constantes repeticiones para que quedara perfecto y la tensión por parte de Francis hizo que saltaran chispas en el estudio en algún momento crítico. Pero todo quedó en eso, ni malos rollos ni nada, aquí somos todos profesionales.

Por lo que sé sudor y lágrimas costó terminar del todo el disco, y a pesar de no vivirlo en primera persona, sé que se trabajó bastante para que resultara un trabajo bien hecho. Por mi parte, la concepción de la calidad de grupo era buena y en realidad esperaba un buen resultado, pero no os podéis imaginar mi impresión al escucharlo terminado. Una tarde nos llamaron para ver el resultado tras ordenar las canciones y así cerrar el trabajo. Nos metieron en una habitación pequeñita, a media luz y con dos altavoces de alta definición delante, el disco empezó a sonar.

No sé si vieron mi cara al escuchar canción por canción lo que habíamos sido capaces de hacer, pero seguro que algo notaron porque hubo alguna que otra risa al verme los ojos desencajados. Les dije ¿Esos somos nosotros?, ¡Qué buenos somos! Según me dijeron la impresión iba a ser grande al no haber escuchado nada desde que me fui.

Pues sí, Benzalá, aunque esté feo de mi parte decirlo, se explayó en el primer disco. Sólo nos queda esperar que nos terminen algunos detalles del diseño y mandar a hacer las copias. Esperamos que a la gente le guste y que en directo canten con nosotros, al menos el estribillo. Mientras tanto se puede abrir boca escuchando tres temas en el myspace que hay de enlace en la página.