Como bien sabéis, Benzalá ha optado en ésta última grabación
por mostrar videos de las sesiones de grabación, trabajo al que Sandra y
Alberto han dedicado muchas horas. Sin embargo, nuestro blog se creó
originalmente para contar lo que hay detrás de las cámaras, y no iba a ser menos
éste segundo disco en este aspecto.
Como ya os contamos en entradas anteriores, la grabación de
“viviendo” no tuvo desperdicio, ya que las nuevas experiencias te enseñan
mucho, pero también dan pie a muchas situaciones “comprometidas”. Así que si
tenemos en cuenta que ésta era nuestra segunda vez, la cara y los
comportamientos de novatos habían desaparecido, ya sabíamos a lo que nos
enfrentábamos, aunque nunca se sabe. Si en las anteriores entradas os contaba
lo que pasó de boca de los demás componentes, en ésta ocasión podría escribir y
escribir, porque me lo tragué todo, todito, todo. Horas y horas en el estudio
con nuestro Juanjo, el creativo incansable Joey Denia, quien desde nuestro
punto de vista siempre saca lo mejor de nosotros cuatro, al igual que de
nuestro instrumento.
Y sin más preámbulos, empecemos con la grabación en sí.
Primer paso, batería, ésta vez pasamos de indicar bombo, caja, timbales y demás
con “partes del cuerpo” (leer entradas anteriores, muy recomendable) a
presentar una grabación de ambiente medianamente aceptable a nuestros
productores. “Ahora si estamos haciendo las cosas bien”, fue la recurrente
frase durante todo el proceso. La
grabación iba viento en popa a toda vela, así que seguía el bajo. Una vez
sacado el sonido pasábamos al segundo paso. Sabemos que a todo músico le cuesta
el primer día de grabación pero aún más cuando el ordenador se vuelve contra
ti. “Al Atardecer”, después de cambio de notas, arreglos y demás florituras
estaba quedando terminada, cuando empieza a desintegrarse la imagen de la
pantalla y todo el trabajo de una tarde desaparece sin más. Así que para calmar
los ánimos, descaso, y otra vez a empezar. Una tarde, una canción, nuestro
primer pensamiento fue, esto será eterno, pero las siguientes sesiones fueron
muy pero que muy provechosas. A los pocos días el bajo estaba completo.
Tercer paso, guitarra. Cabe destacar que en esta ocasión
Sandra era la única guitarrista, lo que implicaba pistas y pistas para ella
solita, cambios de pastillas para doblar guitarras, punteos, riffs … etc. Una
máxima fundamental que indicábamos en otras entradas era: “Hay que saberse las
canciones de memoria”, ¡¡¡ MENTIRAAA!!! La nueva máxima es: “hay que estar
preparado para todo”, cambios de notas, de partes, de posiciones de dedos imposibles.
Menos mal que siempre hay un dedo amigo que te sujeta la nota a la que no
llegas. Tras otras cuantas tardes, la guitarra estaba completa.
Cuarto paso, voz. Pasadas las navidades y algún que otro
problema personal, Francis continuaba , y si con el bajo las nuevas tecnologías
dieron un aviso, con la voz no tuvieron clemencia. Arrancamos con “llora la tierra”, cambios en la afinación dirigidos por Juanjo guitarra en mano pero sin
problemas. Una tarde una canción, así que por regla general en la siguiente
sesión grabábamos dos o tres. Pues no, en plena grabación el ordenador se queda
“colgado” y no se digna a arrancar, sus palabras son “Disk boot failure”.
Sesión acabada, aunque recelosos por haber perdido lo grabado, pero al estar en
un disco externo no había problemas. Rubén,
mencionado en otras ocasiones como Jacky Roads lo solucionó y a seguir.
Cabe destacar que en las siguientes sesiones nos dieron problemas los cascos,
la mesa de mezclas y todo lo relacionado
con la corriente eléctrica, o no recibía señal, o no se oía nada, ¡¡¡una
locura!!! Una vez estaba la voz casi
terminada nos pusimos con los retoques, bueno con la canción de los retoques
“Al Atardecer”. Alberto con su armónica y Sandra con la guitarra acústica le
dieron el toque cowboy que ya tendréis el placer de disfrutar. Los coros serían
parte de esta sesión de retoques de los que no os quiero contar mucho porque
estamos preparando un video bastante explícito que seguro que os divierte un
rato.
Quinto y último paso, masterización. Aquí los que realmente
intervienen son los productores, ya que son ellos los que dan el toque final a
las canciones. Terminado éste paso y con el visto bueno de toda la banda
recibimos nuestras canciones aunque abiertas a algún que otro retoque que
mejore aún más el sonido. En cambio, nuestro amigo el ordenador decidió por
todos y de la noche a la mañana borra todo archivo relacionado con Benzalá. Se podría
pensar que si no hubiéramos decidido ir a la escucha del disco el día acordado
podríamos habernos quedado sin nada y para los que no os habéis metido en un
estudio de grabación, eso es para pegarse un tiro.
A pesar de todos los inconvenientes el disco está sano y
salvo en nuestras manos, esperando a ver la luz cuanto antes y que os permita
disfrutar tanto como nosotros al crearlo. Así que tras esta larga y aparatosa
entrada os animo a que estéis al tanto del lanzamiento del mismo.
Un abrazo de toda la banda.