El día de la grabación del video clip no fue fácil, como todo lo que implica un esfuerzo, pero parece que los astros se alinearon para que fuera posible. Como comentaba en la entrada anterior habíamos tenidos unos “problemillas” para quedar, pero el día acordado amaneció con un sol radiante.
Ya en las ruinas de la fábrica la rodeamos, investigamos y no encontramos a un alma, creíamos que nos habíamos equivocado, pero no, allí estaba Paco Cuenca y su equipo para empezar con el trabajo. Dicho y hecho nos dispusimos a las primeras tomas, pasito para adelante, pasito para atrás, una, dos, tres y las que hicieran falta, para coger la pose más chula del músico de diferentes ángulos. Claro está que estábamos en unas ruinas donde el terreno no estaba para un paso firme, a pesar de eso ni nos caímos ni nos ensuciamos con todo lo que había por el suelo (algo que no se aprecia realmente en el video totalmente).
Esto fue fácil, andar con el instrumento sin nada más, como si lo hubiéramos hecho toda la vida. Pero ahora venía el directo en la zona central, esto subía de nivel. Previamente habíamos colocado el arsenal de “chismes”, amplis, batería, micros (un detalle por parte de sonido Bailén, prestarnos algunas cosillas), e incluso nuestro talkbox. Si, si, eso que tiene un tubo y nadie sabe para lo que sirve. Para los que no estéis acostumbrados a estos artilugios os explico, es una caja maciza, que mi pie comprobó un día, de la que sale un tubito. Esto va enchufado al ampli de guitarra y hace que el sonido salga por el tubito mencionado para que la guitarrista, Sandra en nuestro caso, lo module sin hacer sonidos, solo moviendo la boquita.
Primer contacto, tomas lejanas, para que no se note mucho que es el principio. La cámara volando de arriba abajo y nosotros posando y poniéndole todo el sentimiento posible a la canción. Parada necesaria para coger fuerzas, y el menú fue un bocadillo de lomo (sin queso), unos bocadillos que pasarán a la posteridad por ser lo más ahogadizos de la historia. En cambio, de repente, el almuerzo pasó de algo rutinario a una anécdota increíble, una mariposa preciosa fue a posarse en el ampli de bajo y después a un plato de la batería. Nos quedamos con la boca abierta, pero Paco estuvo rápido y lo filmó todo, y por supuesto lo incluyó en el videoclip, un detalle precioso entre tanta “suciedad”.
Tras recuperar fuerzas vendrían repeticiones de la canción, una, dos, tres y algunas más para la obtención de un material que luego se transformaría en lo que es el video clip definitivo. De las tomas de grupo pasamos a las individuales. Alberto utilizando los palillos al aire, Sandra en una estructura alzada con la fábrica al fondo (al estilo Slash), algo que quedó genial desde mi punto de vista, Francis paseando cantando y yo con el reflejo de una minitele y con el anochecer de fondo.
En fin, algo con lo que estamos muy orgullosos y que nos ha dejado un buen sabor de boca tanto al empezar como al terminar. Ahora estamos con el bombardeo del mismo en nuestra nueva página web que podéis visitar:
www.benzala.com
Aquí encontraréis todo tipo de información del grupo, así como fotos, videos, canciones, o incluso forma de contactar. De la misma forma os animo a que nos dejéis un mensaje en el libro de visitas cuando entréis para darnos vuestra opinión tanto del video como del disco.
Pero en esta entrada nos interesa el video clip y por ello os lo dejo para que lo veáis. Esperamos que lo disfrutéis tanto como nosotros al hacerlo.
Un abrazo a todos los que os acerquéis al blog
Muy bueno el vídeo, la letra y la música, felicidades y muy buen trabajo del primo Paco Cuenca.
ResponderEliminarAhora toca comerse el mundo. Seguro que podeis.
Muchas gracias Juan Eugenio, seguiremos trabajando para mejorar y para ello esperamos contar con profesionales como Paco Cuenca.
ResponderEliminarUn abrazo